Pocas veces el país no futbolístico vive la ilusión y la esperanza de su selección, que por las nuevas condiciones podría estar por primera vez en un Mundial de la máxima categoría.
El 2023 dejó de ser presente para convertirse rápidamente en pasado y éste año recién concluido podría considerarse el de mayor ilusión y esperanza para la Selección Vinotinto de cara a su primera e histórica presencia en el Mundial que se disputará en el 2026 entre Canadá, México y Estados Unidos.
La cuarta posición, tras cumplirse un tercio de las eliminatorias sudamericanas (seis partidos), es sin lugar a dudas la mejor carta de presentación del “Bocha” Batista y su cuerpo técnico, que de manera inusitada ha pasado de ser animadora y hasta de relleno, en una selección que es tomada en cuenta, no sólo en el continente, sino en muchas partes del mundo.
La “Cenicienta” del pasado, o por lo menos en éste primer tramo está en el olvido, y por eso, ante el nuevo formato clasificatorio, dónde se aumentó el número de cupos, ponen a Venezuela en el camino correcto a una futura e inédita clasificación al Mundial 2026.
Las victorias locales ante Paraguay y Chile, los empates foráneos, principalmente ante Brasil y luego con Perú, con sólo una derrota y por la mínima ante Colombia, abrieron una pasión muy poca vista en el país, pero falta más de la mitad del camino por recorrer, pero es un camino que está cargado de ilusión y esperanza.
Números parecidos, emociones distintas
A veces resulta odioso comparar. Pero para analizar, los números entre el proceso de César Farías para el Mundial 2014 de Brasil y el actual de Fernando Batista, pueden estar bastante cerca, un solo punto, en definitiva, es el balance entre los dos estrategas, tras cumplirse los primeros seis encuentros de la ronda clasificatoria, aunque al final, en el ciclo de Farías, no se disputaron los encuentros ante Brasil, por ser el país anfitrión de ese mundial.
Con seis encuentros, Farías y la Vinotinto de 2014 llegó a sumar 8 puntos luego de obtener dos victorias– el recordado 1-0 sobre Argentina y 1-0 sobre Bolivia- ambas de local; empató en dos ocasiones –ante Colombia 1-1 y 1-1 frente a Uruguay- ambas de visitante y cayó ante Ecuador 2-0 en Quito y 2-0 frente a Chile en Santiago.
Venezuela finalizó dicha eliminatoria con su mejor presentación, en el sexto lugar con 20 puntos –hoy clasificaría al Mundial-, pero para el 2014, se clasificaban los cuatro primeros y el quinto iba al repechaje, de ahí que las emociones terminaron siendo completamente distintas.
Un 2024 de retos
Aún cuando en el horizonte del naciente 2024, hay varias competencias programadas, ha sido público en muchos espacios, que el seleccionar nacional tiene en la mira, la clasificación al Mundial.
El Torneo Pre-Olímpico con sede casera – Caracas, Valencia y Cabudare-, tendrá como objetivo la clasificación para los Olímpicos de París-24, pero además el monitoreo de los jugadores que van en el camino a buscar sus chances para llegar a la Selección Mayor.
La Copa América 2024 en Estados Unidos será tratada con seriedad y con muchas opciones para ver a algunos jugadores que están en el “radar vinotinto”, pero el “Bocha” ha manifestado que todas las energías están volcadas para cuando se reanuden las eliminatorias y continuar con esa ilusión y esperanza que embarga a todo un país. @igarcia100