Desde las juveniles hasta el primer equipo formó parte de la Selección Nacional, pero no disfrutó ser parte del boom «Vinotinto». El ex capitán de Venezuela, respondió algunas preguntas para Crónicas Vinotinto.
El fútbol siempre ha sido la pasión que corre por las venas de la familia Tortolero. No podía ser de otra manera: en un hogar donde la «cabeza visible» lució con orgullo la camiseta de la Selección Nacional de Fútbol de Venezuela.
La casa de Edson Tortolero respira fútbol desde el desayuno hasta la cena. Su padre, Argenis Tortolero, fue parte de la generación de la Vinotinto que, lamentablemente, solía ser más conocida como la «cenicienta».
Edson siguió los pasos de su padre, pero en una posición diferente. Mientras el «viejo» Argenis se destacó como puntero derecho, su hijo brilló en la defensoría central por la izquierda, una posición que ocupó durante toda su carrera profesional y continúa defendiendo en las ocasiones informales de «caimaneras» hasta el día de hoy.
Edson fue un adelantado a su tiempo, pasando rápidamente del fútbol amateur al profesional y luego siendo convocado a las selecciones juveniles del país. Vivió la transición de la selección que, erróneamente, solían llamar «cenicienta», pero no llegó a experimentar el renombrado apodo de la «Vinotinto» en su época.
Entre la “Cenicienta” y la “Vinotinto”
La carrera en la Selección Venezuela comenzó temprano, vistiendo los colores nacionales en las competencias como la Copa Juventud de América, disputada en Ciudad Guayana, además del Preolímpico de Paraguay, los Centroamericanos en México y el Panamericano, en Armenia, Colombia.
Con la cinta de capitán en varios de estos torneos, Edson fue dirigido en estas ocasiones por Pedro Castro e Iván García, Rafa Santana, Ratomir Djokovic y Víctor Pignarelli.
En el primer equipo nacional estuvo en la Copa América-94 con Ratomir, las eliminatorias del 98 con Rafa Santana y la Copa América del 99 con el argentino José Omar Pastoriza, así como las eliminatorias del 2002.
Para muchos, la historia de la Selección Nacional se divide en tres etapas. Antes de la llegada de Ratomir Djokovic, la «profesionalización» con la contratación del argentino José Omar Pastoriza y el «boom Vinotinto» con la conducción del Dr. Richard Páez hasta nuestros días.
Edson estuvo en el medio, entre Djokovic y Pastoriza.
Deseo nacional
Todo proceso eliminatorio, especialmente en los últimos tiempos, genera una gran expectativa y éste no podía ser la excepción.
Edson no olvida que vistió la casaca nacional y ahora en su rol de director técnico, ve los partidos con dos ópticas completamente distintas.
¿Cómo ves un partido de la Selección?
“Lo veo como un ex jugador de la Selección, no como un Técnico, me siento todavía muy identificado con la Selección y haber vestido la camiseta nacional”, respondió a Crónicas Vinotinto.
¿Ves a los jugadores de tu posición o todo en general?
“Ahora cómo estoy en el rol de director técnico, tengo otro panorama. Indudablemente voy viendo a los jugadores que están en mi posición, pero cómo técnico, analizo los movimientos, los cambios, que haría yo, en fin tantas cosas que arroja el partido”
¿Cómo dividir la Pasión de la Razón?
“Es muy difícil separar esos dos sentimientos. La emoción con pasión no la puedes cambiar y yo la emoción no la puedo cambiar, pero esa una alegría que la disfruto y por eso, mi gran deseo es ver a mi Selección en un Mundial de Fútbol”
@igarcia100